viernes, 24 de enero de 2014

Enero 2014

Decisiones, una palabra tan sencilla pero llena de mucho poder. Decisión es una determinación o resolución que se toma sobre determinada cosa. Por lo general la decisión supone un comienzo o pone fin a una situación, es decir, impone un cambio de estado.

En un día normal hacemos miles de decisiones, muchas de ellas son pequeñas decisiones que no llevan a consecuencias que cambian la vida – como elegir que ropa ponerse, o decidir que comer. Pero hay grandes decisiones que tomamos, esas decisiones podrían cambiar el curso de nuestras vidas, ya sea positiva o negativamente, dependiendo de nuestra capacidad de tomar decisiones. Cosas como un movimiento, una relación, un nuevo trabajo, o cuando empezar una familia. Esas decisiones tienen el potencial de cambiar el resultado de nuestras vidas, así como las vidas de aquellos que están cerca de nosotros.

Una de mis decisiones (propósitos) de este 2014, es pasar mas tiempo en la palabra de Dios (la biblia), pues una de las fundaciones de hacer buenas decisiones es la palabra de Dios.

Me he dado cuenta que las decisiones nos llevan a donde queremos ir, no las intenciones. Lo que hacemos hoy afecta el futuro.

No son las INTENCIONES, son las ACCIONES, las DECISIONES.

Si no incluimos a Dios en los pequeños detalles de diario, cuando lleguen los grandes detalles, no vamos a tener la practica para incluirlo.